¿Qué es el mantenimiento extendido?
El mantenimiento extendido es un contrato en el que el cliente contrata un coste fijo, tanto por el mantenimiento del sistema informático, como por los componentes del mismo. Por tanto todo mantenimiento extendido, lleva aparejado un mantenimiento preventivo más un leasing o renting tecnológico. Pagando el cliente una cantidad única y convirtiendo así todo el ecosistema informático en un coste fijo. Todas las condiciones del mantenimiento preventivo son aplicables al mantenimiento extendido, y además una renovación automática del equipamiento al final de su vida útil.
¿Para quién es adecuado un mantenimiento extendido?
Los mantenimiento extendidos son adecuados para empresas con alta dependencia IT, bien sea por que almacenan datos críticos, bien por los costes que pueden suponer los tiempos de parada debidos a la informática. Se optimiza también el rendimiento del sistema ya que las máquinas son reemplazadas al final de su ciclo de vida.
Ventajas del mantenimiento extendido.
En primer lugar el mantenimiento extendido tiene la ventaja de mantener todo nuestro sistema informático bajo control. Siempre se realiza una revisión (como mínimo mensual) del estado del sistema. Suponiendo además un ahorro considerable frente a las asistencias sueltas. En el mantenimiento extendido están incluidas tanto las asistencias presenciales como las remotas. Así como los componentes de hardware que deban ser sustituidos. Por otra parte tanto la seguridad del sistema como las copias quedan en manos de técnicos especializados. Por último todo mantenimiento extendido tiene asignados como mínimo dos técnicos que conocen perfectamente el sistema.
¿Qué coste tiene el mantenimiento extendido?
El coste de un mantenimiento extendido se calcula teniendo en cuenta una gran variedad de factores. Tales como el número de equipos, la cantidad de usuarios y servicios alojados, los equipos de bajo uso, los equipos expuestos a condiciones adversas, y un largo etc. al igual que ocurre con el mantenimiento preventivo.
Es imprescindible una auditoria inicial (sin coste para el cliente) para determinar tanto el estado del sistema, como el ciclo de vida útil de los componentes. En ese momento se realizan las modificaciones oportunas sobre el precio de tarifa y se calcula el precio del renting tecnológico antes de dar al cliente un precio definitivo. Es por tanto un proceso complejo. El precio final depende extensivamente del valor de las máquinas del cliente así como del punto del ciclo de vida útil en el que estén.